Terapias de luz:
La terapia de luz, también conocida como fototerapia, es otra opción de tratamiento eficaz para el psoriasis. Este tratamiento implica exponer la piel afectada a la luz ultravioleta bajo la supervisión de un médico. La luz ultravioleta puede ayudar a reducir la inflamación y la producción de células de la piel, mejorando así los síntomas del psoriasis. La fototerapia puede realizarse en un consultorio médico o en casa con la ayuda de dispositivos de luz ultravioleta aprobados por el médico.
Medicamentos sistémicos:
Para casos de psoriasis más graves o resistentes a otros tratamientos, pueden ser necesarios medicamentos sistémicos, que afectan a todo el cuerpo en lugar de actuar solo en la piel. Estos medicamentos pueden ser tomados por vía oral o administrados por inyección y pueden incluir retinoides, metotrexato, ciclosporina y agentes biológicos como los inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y los inhibidores de la interleucina 17 (IL-17). Debido a los posibles efectos secundarios y riesgos asociados, estos medicamentos suelen reservarse para casos graves de psoriasis y requieren supervisión médica cercana.
Cambios en el estilo de vida:
Además de los tratamientos médicos, hacer cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar los síntomas del psoriasis y mejorar la calidad de vida. Esto puede incluir mantener una dieta saludable y equilibrada, mantener un peso saludable, reducir el estrés a través de técnicas de manejo del estrés como la meditación y el yoga, evitar el alcohol y dejar de fumar. El cuidado adecuado de la piel también es importante, incluyendo el uso de humectantes suaves y evitar la piel seca y agrietada que puede empeorar los síntomas del psoriasis.